La docencia universitaria y su paritaria; otro capítulo del ajuste salarial

El pasado lunes 14 de septiembre se firmó el acuerdo paritario entre el Gobierno Nacional y todas las federaciones gremiales de la docencia universitaria. En ese cuadro la novedad fue que en esta oportunidad la Federación Conadu Histórica (que nuclea a más del 40% del sector), a través de una reñida votación en su congreso de delegados/as, aceptó el ofrecimiento oficial.

El acuerdo salarial consiste en incorporar al convenio firmado en mayo 2021 tres cuotas no acumulativas: 6% en septiembre, 2% en octubre y 4% en enero. Con estos incrementos la docencia de las universidades nacionales alcanzará un aumento total del 38% a diciembre y 47% en marzo de 2022. Sin embargo, el propio Banco Central de la República Argentina estimó hace algunos meses que el índice inflacionario será superior al 48% para 2021. Es decir que al cierre de este año la docencia universitaria perderá al menos 10 puntos de su salario.

El desplome de los salarios y el avance de la precarización laboral

En agosto el salario básico del cargo testigo (equivalente en horas de trabajo al maestra/ao primario a cargo de un curso) fue de $23.763  y representó apenas un 38% de la Canasta Básica. Mientras que la Canasta de Consumo superó holgadamente los 100 mil pesos. ¿Hay algo más demostrativo del desplome de los salarios de la docencia universitaria?

Además, en las universidades nacionales existen más de 20 mil docentes que no reciben un salario por su trabajo (llamados como “ad-honorem”), miles bajo contrato precario, incumplimiento parcial o total del Convenio Colectivo de Trabajo, falta de dispositivos y conectividad y de condiciones de seguridad e higiene que son urgentes en el curso de la pandemia.

Bajo un cuadro de sistemático ajuste presupuestario, pasan los gobiernos y estas graves problemáticas se profundizan.

La situación en la UNLu

En la Universidad Nacional de Luján (UNLu), el sindicato docente ADUNLu por votación unánime de su asamblea general rechazó la propuesta salarial oficial. Con ese mandato de su asamblea la representación de ADUNLu asistió al congreso de Conadu Histórica del pasado viernes 10. Junto con ADUNLu fueron muchas las representaciones que se manifestaron contra la oferta del gobierno nacional: Buenos Aires, Patagonia San Juan Bosco, Patagonia Austral, Entre Ríos, Tucumán, La Rioja, San Luis y Bahía Blanca, entre otras.

Desde el inicio de la pandemia, con gran esfuerzo las y los docentes de la UNLu sostuvieron desde sus  hogares y con su propio equipamiento: el dictando clases y tutorías virtuales para decenas de miles de estudiantes, la toma de exámenes finales, el desarrollo de las tareas de investigación, extensión universitaria y divulgación científica, entre otras. Este trabajo contrasta con una total falta de inversión presupuestaria por parte de las autoridades locales y fundamentalmente de las nacionales, que no han desembolsado un solo peso para equipamiento ni para realizar las adecuaciones edilicias necesarias que posibiliten el retorno a las actividades presenciales. Este escenario se repite en la mayoría de las universidades del país.

Para revertir esta crítica situación necesitamos profundizar la organización colectiva y desde abajo. Esto es, sin dudas, una tarea urgente.

Por Patricio Grande

Profesor y Magister en Historia Social. Docente Ordinario de la Universidad Nacional de Luján y Secretario General Adjunto de la Asociación de Docentes de la UNLu (ADUNLu).