El General Martín Rodríguez y su época

En el programa «Más allá del bronce», de los jueves entre las 14 y las 15 horas y por Radio Municipal FM 89.5, en el que se repasa la historia de estos parajes y la vida de quienes habitaron y quienes hoy habitan sus calles, en estos días se pudo escuchar la palabra de la historiadora y docente de esa disciplina en la Universidad Nacional de Luján, Gladys Perri, quien amablemente se prestó a brindar su parecer sobre quien fuera el gobernador bonaerense en un importante momento de la rica historia del estado provincial y de la nación en crecimiento, luego de los tensos años de la independencia nacional y de lo que fueron esos primeros tiempos de grandes disputas y tensiones de todo tipo. Al decir de nuestro querido Dardo Malvino, nuestro «prócer epónimo», Martín Rodríguez, militar obligado por las circunstancias más que por elección y/o vocación, a quien le tocó en suerte desempeñar un rol, protagónico en el desarrollo de las invasiones inglesas, Perri nos dice que siempre hay que tener en cuenta que a las personalidades públicas siempre hay que enmarcarlas en la época en el que les tocó desenvolverse, porque uno suele cometer el error de juzgarlas con los ojos con que hoy podemos analizar esa época del pasado. Era una época en que Buenos Aires, en aquellos primeros años del 1800, era un puerto mercantil y el gran proveedor de lo que llegaba al Virreynato de aquel tiempo. Martín Rodríguez tuvo a decir de Perri, un rol de importancia en el novedoso «proceso de militarización revolucionario», cómo señala el reconocido historiador Tulio Halperín Donghi, que se corporiza en la época de las invasiones inglesas, con la irrupción de lo que se conoce como las milicias criollas, en la zona rural de Buenos Aires, ¿Porque se las denomina de esa manera? Entre otras cosas porque elegían a sus propios jefes. Perri menciona que Lavalle y su segundo, Martín Rodríguez, deciden no esperar a Sobremonte, que llega desde Córdoba con un número importante de combatientes. Las milicias, un nuevo poder en el escenario de ese momento, con su triunfo sobre las fuerzas invasoras inglesas. En 1820, un dato relevante es cómo los porteños organizan a los estados provinciales. Y la importancia y gravitación que Martín Rodríguez tuvo en ese proceso. Lo define como comprometido con el proceso de lo que se gestaba por esos años. Y por sobre todo coherente con lo que motorizaba la construcción del estado provincial bonaerense y de un nuevo poder hegemónico. El General Martín Rodríguez, creador, junto a su ministro Bernardino Rivadavia, de la Universidad de Buenos Aires, que contenía por aquellos años a todos los niveles de la educación, y entre otras tantas cosas, también del Fuente Independencia, que luego se convertiría en la progresista ciudad de Tandil. Y además es un ferviente impulsor de la expansión de la propiedad privada, afectando a cantidad de campesinos que sufren el despojo de las tierras que trabajan. Perri sostiene con vehemencia que siempre se ha negado a traducir la historia entre buenos y malos. «Simplemente es que un sector se impone sobre otro».

Siempre me niego a traducir la historia entre buenos y malos. Simplemente un sector se impone sobre otro.…»