IOMA Papeles en el viento

En estos prolongados tiempos de aislamiento social, preventivo y obligatorio (Aspo), la realización de trámites, a veces engorrosos, generan variadas dificultades, que templan el espíritu podríamos decir. Pero cuando esas gestiones tienen que ver con la salud, que requieren burocráticas tramitaciones con incierto resultado, ya pueden ser todavía menos llevaderas las inesperadas dificultades con las que inevitablemente vamos a encontrarnos en nuestro camino. Si de IOMA se trata, tu tolerancia estará sin duda a prueba. Y de esto, pueden dar fe, quienes cotidianamente transitan por la oficina que la obra social de los estatales bonaerenses tiene en nuestra ciudad. Ubicada desde ya hace un tiempo en un inmueble en el que comparte la escasa comodidad existente con el Registro Civil, en dependencias del edificio de lo que en algún momento formó parte de la antigua Clínica del Dr. Yentel, en Intendente Manny y 9 de Julio.

La atención que se brinda a los afiliados a la obra social y la escasa disponibilidad de espacio en el local

La compleja actualidad de la extensa emergencia sanitaria hizo que la atención, por demás precaria,  sea a través de una ventana ubicada sobre la ochava de esa céntrica esquina del lado sur de la ciudad, enfrente del predio que alberga al Centro de Monitoreo Municipal, detrás de la estación ferroviaria. El hecho que la atención sea a través de una ventana, y seguramente en compañía de un nutrido grupo de obligados gestionantes que como uno, brega por arribar a obtener la prestación que nuestra salud requiere, para lo cual deberá conformar una fila para ser atendidos, extremando nuestras habilidades para mantener en orden el habitual cúmulo de papeles que suelen requerir las tramitaciones, ya que el viento al aire libre potencia la posibilidad de la fuga de alguno de esos papeles que pueden ser de importancia para la diligencia que intentamos realizar con éxito. Recordé de pronto la novela de Eduardo Sacheri, que Juan Taratuto llevara al cine, con el nombre de “Papeles en el viento”, que viene bien para que pensemos como es la calidad de la atención que recibimos, en un momento en que es tan importante precisamente que cuidemos nuestra salud.