Gral. Rodríguez y las fumigaciones (2da. parte)

¿Cuál es el modelo agroproductivo?

En los ´60 la “Revolución Verde” surgió como respuesta a los interrogantes sobre el hambre en el mundo. Consistió en una transformación técnica-científica que buscaba generar el aumento de la producción agrícola, llevando a cabo un proceso de “agriculturización” con protagonismo de la soja transgénica. El “paquete tecnológico” consistió en semillas genéticamente modificadas cuyo crecimiento requieren de uso de fertilizantes y pesticidas, conocidos como agrotóxicos por su nivel de toxicidad hacia el ambiente. A este modelo productivo se lo conoce como agroindustrial.

La creciente expansión de la soja transgénica también afectó a los cinturones verdes que rodeaban a los cascos urbanos, generalmente conformados por montes frutales, criaderos de animales, tambos y chacras de pequeños productores. Llegando así, este cultivo, a muy escasos metros de las casas, escuelas y centros de salud impactando en forma directa sobre las poblaciones (Rulli, 2009). Este impacto se puede evidenciar desde la aplicación de los agrotóxicos de manera terrestre como aérea, que producen el fenómeno de la deriva, es decir el arrastre del químico por acción del viento. Como por la circulación de la maquinaria fumigadora en las zonas urbanas y el almacenaje de granos en silos ubicados en zonas céntricas o en territorios que atraviesan la interfase rural urbana (como el caso de General Rodríguez) que diseminan, con el venteo que le realizan a los granos para restarles humedad, partículas tóxicas. Sumado al tránsito de camiones de carga de granos que esparcen partículas a lo largo del camino y fundamentalmente se concentran en aquellos espacios de espera de carga y descarga .

Asimismo, los agrotóxicos se infiltran en las napas de agua contaminando este recurso, que se utiliza para consumo animal y humano. También alteran la flora y fauna local, impidiendo el desarrollo de otras actividades agropecuarias como la apicultura y, como ya se expresó anteriormente, entrando en conflicto con las producciones agroecológicas.

Según Rulli (2009) en Argentina se “consume entre 180 y 200 millones de litros de glifosato por año, más precisamente Roundup, la marca comercial que comprende la mezcla del glifosato con el POEA, herbicida que es componente insustituible del paquete tecnológico de esta agricultura  industrial, que incluye la siembra directa y las semillas RR, Roundup Ready, y que ha devenido en el patrón agroquímico de uso más generalizado en todo el territorio” (pág. 12).

Entre los efectos del uso de pesticidas se señalan enfermedades crónicas como cáncer, problemas reproductivos y neurológicos. Kaczewer (2009) realiza un extenso listado de riesgo de enfermedades producidas por el contacto con pesticidas, respaldado por numerosos estudios. (Anexo: riesgo de enfermedades).

¿QUIÉNES INTERVIENEN?

La multiplicidad de actores sociales complejizan el análisis del conflicto. Por un lado, en la escala global se encuentra el desarrollo de las empresas privadas que impulsan el modelo de Organismos Genéticamente Modificados. Las más importantes, porque concentran el 70% de las ventas de agrotóxicos son: BAYER, que adquirió a MONSANTO, DOW y DUPONT se fusionaron, CHEMCHINA que adquirió SYNGENTA y a NIDERA .

Por otro, el Estado Nacional cuyas medidas por un lado promueven el modelo de agronegocio  y por otro la agroecología y la agricultura familiar, campesina e indígena.

A su vez hay un marco legislativo exhaustivo sobre el uso de agrotóxicos, tanto en leyes nacionales como provinciales. (Pueden observarse en: https://observatoriodelglifosato.wordpress.com/)

Por otro lado, no menos importante se encuentran los y las vecinas del partido de General Rodríguez que llevan adelante las denuncias ante estas situaciones. Muchos de ellos son productores agroecológicos, o consumidores de alimentos sanos (no modificados genéticamente). En ellos hay una respuesta al problema del uso de los agrotóxicos que hacen a sus cotidianeidades: producir alimentos sanos. En este escenario resulta necesario e imprescindible que el ejecutivo local recoja las voces y permita la particiáción de los y las vecinos/as de General Rodríguez en la construcción de ordenanzas que fomenten la producción agroecológica y el cuidado del ambiente.

EL PROBLEMA DE LOS BIDONES

                Los agrotóxicos, como el roundup son comercializados en bidones, luego de ser utilizado el contenido los mismos son arrojados a la vía pública o en los campos donde se llevó adelante la aplicación. En el partido de General Rodríguez se ha observado varias veces que estos bidones son además de arrojados a la vía pública. En este sentido es necesario rescatar la Resolución N°40 de 2014 del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible , la cual establece entre sus artículos:

–              Que quienes utilicen agroquímicos deberán llevar a cabo un triple lavado de los envases según lo estipulado en la Norma IRAM 12.069.

–              La prohibición de: reutilizar envases de agroquímicos, enterrar cualquier tipo de envases de agroquímicos, quemar a cielo abierto cualquier tipo de envases de agroquímicos, comercializar e intercambiar envases de agroquímicos de cualquier tipo.

–              Entregar a un centro de acopio autorizado por este Organismo, los envases pre-tratados por la técnica del triple lavado o lavado a presión, debiendo ser inutilizados mediante perforación, aplastados y embolsados.

–              Fijar que la presente Resolución entrará en vigencia, en cada jurisdicción local, a partir del momento que en la misma se instale un centro de acopio autorizado por este Organismo. El triple lavado, según el INTA, consiste en que luego de ser vaciados los bidones se debe agregar agua hasta un poco más de la mitad de los mismos y batirlos. Luego se vierte ese líquido en el tanque de la pulverizadora. Esto mismo se repite en un total de tres veces, luego debe destruirse ya que los mismos no pueden ser reutilizados. El envase vacío debe ser puesto por “el productor en algún lugar especial de su campo”, una vez llenado ese espacio deberá llevarlos a un centro de acopio.

ANEXO: RIESGO DE ENFERMEDADES

En cuanto al cáncer infantil se identifica que “entre los más altos se encuentra el uso parental hogareño de pesticidas, el cual puede incrementar el riesgo de leucemia más de 11 veces (1.100%) y el de padecer cáncer de cerebro más de 10 veces (1.080). La exterminación hogareña de plagas incrementa el riesgo de linfoma no-Hodgkin (LHN), leucemia, y tumor de Wilms. Vivir en un establecimiento agrícola aumenta el riesgo de cáncer óseo y leucemia. Tener padres que son granjeros o trabajadores agrícolas incrementa el riesgo de cáncer de huesos, cáncer cerebral, sarcoma de tejidos blandos, y tumor de Wilms” (Kaczewer, 2009:347).

Cáncer en adultos: para adultos, vivir en un área de cultivo donde se utilizan pesticidas aumenta el riesgo de LNH (24-27), leucemia (24-26,28), cáncer de cerebro, cáncer nasal, cáncer de ovario, cáncer pancreático, cáncer rectal en varones, sarcoma de tejidos blandos, cáncer de estómago y cáncer de tiroides en varones. Existe un estudio que demuestra un incremento de incidencia de sarcoma de tejidos blandos y cáncer tiroideo en hombres viviendo cerca de una fábrica emisora de contaminación aérea de pesticida” (Kaczewer, 2009:347).

Trastornos reproductivos, estos el autor aclara que son difíciles de estudiar porque tanto la madre, como el padre y el embrión en desarrollo se hallan todos en riesgo. Los estudios se realizan sobre hombres expuestos ocupacionalmente y mujeres embarazadas expuestas laboralmente. Entre los riesgos de vivir en un área de intenso uso de pesticidas se encuentra padecer labio leporino y paladar hendido, malformaciones de reducción de miembros, defectos en el tubo neural (espina bífida y anencefalia) y otros tipos de malformación congénita. Incluso si la madre no está expuesta pero el padre realiza trabajo agrícolas el autor señala las posibilidades de incrementar el riesgo de labio leporino/paladar hendido, hipospadias u otras malformaciones congénitas (Kaczewer, 2009)

Otra consecuencia es el aumento del riesgo del nacimiento de bebés muertos, ya sea porque la madre se ubica en zonas cercanas a donde se utiliza pesticida, o bien cerca de una fábrica de ellos, también sí se utilizan en el hogar (Kaczewer, 2009).

Por otro lado, el autor afirma que “muchos pesticidas son embriotóxicos o fetotóxicos en animales, aumentando el riesgo de muerte prematura del embrión o feto en humanos. Un alto porcentaje de concepciones humanas normales termina en un aborto espontáneo, haciendo difícil el estudio de impactos de tóxicos medioambientales. Un período menstrual intenso o la falta de un período pueden no ser reconocidos, menos aún documentados, como un aborto espontáneo. Se constató un incremento en el riesgo en dos incidentes de exposición comunitaria de gran repercusión: la ingestión de grano de trigos tratados con hexaclorobenceno en Turquía en la década de los ´50, y un accidente fabril en Bohpal, India. Varios estudios muestran un incremento en el riesgo si el padre, no la madre, es expuesto a pesticidas en floricultura, en campos de algodón, o como un fumigador agrícola” (Kaczewer, 2009:348)

BIBLIOGRAFÍA

GONZÁLEZ MARASCHIO,F; POPLAVSKY,C; KINDERNECHT, N; CASTRO, G Y VARELA, G; (2015) “Dinámicas y conflictos entre el campo y la ciudad” en el Anuario división Geografía 2014-2015, departamento de Ciencias Sociales, UNLu. ISSN 1851-7897 Cd Rom.

KACZEWER, J. (2009) “Uso de agroquímicos en las fumigaciones periurbanas y su efecto nocivo sobre la salud humana” En RULLI, J. “Pueblos fumigados. Los efectos de los plaguicidas en las regiones sojeras”. Del Nuevo Extremo, Buenos Aires.

KINDERNECHT, N. (2018) Trabajo Final de Graduación. Licenciatura en Geografía. UNLu.

RULLI, J. (2009) “Pueblos fumigados. Los efectos de los plaguicidas en las regiones sojeras”. Del Nuevo Extremo, Buenos Aires.

Por

Prof. y Lic. Natalia Kindernecht

Integrante del Grupo de Estudios Rurales

 UNLu