Javier Calamaro entre sus éxitos y el aceite de oliva
El pasado sábado 15 por la noche, se presentó en la céntrica sala del Teatro Botti el cantautor Javier Calamaro, con un formato de espectáculo acústico, en el que el intérprete alternó la ejecución del cajón peruano y la guitarra, junto a un par de compañeros a cargo de otra guitarra y de teclados y coros. Cantó sus temas más popularizados como “No me nombres” (de autoría de su hermano Andrés), “Quitapenas”, “Borrachos de carnaval”, o “Navegar”, su versión de “Imágenes paganas” del grupo Virus, mostrando la vigencia de su reconocido profesionalismo y estilo como cantante de sus éxitos y su característico tono de voz que lo posicionan indudablemente como una figura convocante. También hizo su versión del gran clásico discepoliano “Yira yira”. Esto sumado a la referencia explicitada desde el inicio mismo de la presentación, a su otra faceta de emprendedor en la producción de aceite de oliva, actividad que por lo que parece, ocupa buena parte de su tiempo, contando con olivos propios en la localidad de Lavalle, en la provincia de Mendoza, mencionando los múltiples beneficios que el producto le estaría brindando a la salud. Esto incluyó la ingesta en el escenario de una copa del consabido aceite, exaltando lo saludable, además de sabroso, que esto le representaba. El show incluyó un momento para que los presentes tuvieran la oportunidad de adquirir a un valor promocional, y sin intermediarios, el mencionado producto, en un stand habilitado al efecto dentro del mismo teatro. Lo que se dice, un maridaje que combina el arte de la música y el talento en la interpretación, con la destreza y la capacidad de producir un aceite de oliva que es presentado a los espectadores y potenciales clientes como de gran calidad, además de una curiosa manera de manejar el marketing. Previamente se había presentado la cantante y compositora lujanense Aguspéh, con su grupo y su propuesta musical, dejando una muy buena impresión.


