Ante el anuncio del cambio de lugar del futuro Cuartel de Bomberos
Con motivo que se hiciera pública la determinación desde el municipio de avanzar en una nueva relocalización de la futura nueva sede central de los Bomberos de nuestra ciudad, el grupo de vecinas y vecinos conocido como No a la Tala del Monte del Hospital Vicente López y Planes, que se opusieron a la posible construcción en un predio del mismo que es área verde protegida, dió a conocer una declaración al respecto: “El Monte del Hospital Vicente López y Planes es un bosque urbano centenario. Diseñado para rodear a un centro de salud, para beneficio de los enfermos allí alojados, hoy representa un maravilloso legado para el pueblo de General Rodríguez. Pocos municipios tienen un bosque de estas dimensiones y características. En el año 2013 se sancionó la Ley Provincial 14546, declarándolo “Espacio Verde de Interés Provincial”. En los fundamentos de esta Ley se destaca su importancia desde el punto de vista científico y sociológico, así como la necesidad de su cuidado, pues ya al tiempo de la sanción de esa ley no se encontraba en buen estado de conservación. Desde entonces han pasado muchos años y, lejos de mejorar, su situación fue empeorando al compás de la depredación, la acumulación de basura y el avance continuo de la imprudente e implacable mano humana degradándolo. Sin embargo, su importancia es enorme para nuestra comunidad. Brinda beneficios ecosistémicos indiscutibles: mejora la calidad del aire, filtra partículas finas como polvo o humo, sombrea y enfría el aire reduciendo el efecto de “isla de calor”, mejora la permeabilidad del suelo y controla el agua de escurrimiento por lluvias torrenciales, colabora con el incremento de la biodiversidad. Todos estos beneficios se generan en las hojas, por lo tanto, cuanto mayores son las copas, mayores son los beneficios. Una de las premisas de la arboricultura moderna es: “Árboles grandes, beneficios grandes…” El cuidado de los árboles añosos es nuestra responsabilidad. La poda y la tala son la destrucción de cien años de fotosíntesis, y del legado. Eso, y nada más -y nada menos- que eso, es lo que nos propusimos los vecinos que nos autoconvocamos cuando vimos avanzar sobre él la destrucción de sus ejemplares y de su ecosistema, así como los proyectos de nuevas construcciones que amenazaban con arrebatarle una hectárea de monte más. Con sólo circular por la Ruta 24 se advierte el manifiesto avance de la depredación. ¿Cuánto monte nos queda de aquél que tuvimos cuando éramos pequeños y era prácticamente impenetrable? Por eso nos autoconvocamos, por eso nos movilizamos, por eso peticionamos respetuosa y firmemente ante las autoridades y lo hicimos en todos los ámbitos. Nunca fue «en contra de» nuestra lucha, sino «a favor de», es decir, a favor de seguir preservándolo. Por eso fue con gran alegría y satisfacción que recibimos la noticia, difundida por medios locales, de que el nuevo Cuartel Central de Bomberos tendrá su ubicación en otro predio, adecuado a sus necesidades operativas y con vías de escape que les permitirán salir del lugar en forma más rápida y segura, sin poner en riesgo tampoco a los niños que concurren a las escuelas aledañas al Monte, que era otra de nuestras preocupaciones. Como reflexión final decimos: cuando los conflictos en una comunidad se resuelven llegando a una solución acordada es cuando se resuelven de verdad. Cuando los ciudadanos nos comprometemos y participamos responsablemente utilizando todas las vías de participación a nuestro alcance, los resultados llegan, aunque tarden en llegar. Celebramos con beneplácito el acuerdo anunciado por el Señor Intendente Municipal, porque esto nos da confianza en nuestras instituciones, públicas y privadas y porque sólo así se hacen más dignas de nuestro respeto. Y hacemos votos para que las acciones en favor de nuestro Monte se multipliquen y los ciudadanos de Gral. Rodríguez tomemos real conciencia del valor de este espacio que es de todos y que a todos nos corresponde la tarea de devolverle y defender su integridad. Ello requiere un plan que incluya acciones conjuntas de protección ambiental y la participación activa de la comunidad. Tanto el Dr. Luis Cabral como el Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, ilustres conciudadanos nuestros, en oportunidad de ser distinguidos por su trayectoria por el HCD local, se refirieron a la importancia de la defensa del Medio Ambiente, ya que los derechos a él referidos se consideran incluidos dentro del marco protectorio de los derechos humanos, por lo que su vulneración constituye un verdadero ecocidio. No lo permitamos. Breguemos por su defensa y protección. Por último, como dijo el Dr. Juan Romero Montes en un texto que el grupo difundió por las redes sociales: «Disfrutemos de nuestros árboles cuidándolos y velando por ellos, que estos saben cómo devolver los gestos humanos».

