Cuando lo público es de todos y a la vez de nadie

El sendero aeróbico que forma parte del Polideportivo Municipal Juan Antonio Ávila, que suele cotidianamente ser el ámbito público al que asisten infinidad de vecinas y vecinos a caminar, trotar, correr y/o realizar sus prácticas aeróbicas buscando seguramente mantenerse bien de salud en un ambiente supuestamente sano, en libre contacto con la naturaleza, dentro de un predio que forma parte de un área verde protegida a nivel provincial, está presentando un aspecto de creciente abandono, producto de la evidente falta de cuidado, preservación, necesaria señalización y que requiere de una imprescindible actitud de control por parte de la autoridad de la que depende. La falta de un cerco perimetral, posibilita y favorece que reiteradamente haya indebida presencia y estacionamiento de vehículos en distintas áreas del mismo predio, cuando existe un sector especialmente previsto al efecto, ubicado en el ingreso al caminador y/o sendero aeróbico, sobre la extensión de la avenida Presidente Perón entre Leandro N. Alem y Teresa de Calcuta. Los predios recreativos de este tipo, requieren de la adecuada señalización y cartelería orientativa, como para que el asistente conozca que si se cuenta con un circuito ciclístico existente, no es adecuado ocupar con los rodados el área del caminador o sendero aeróbico. La escasa o nula presencia de personal que controle la circulación de quienes asisten, también habilita la reiterada existencia de microbasurales que están creciendo en tamaño (ante la ausencia de cestos o contenedores de la basura producida por la diaria concurrencia de visitantes). Por otra parte, la ausencia de la provisión de luz eléctrica en un amplio sector del caminador, posibilitó, por ejemplo, que se produjera recientemente la presencia de caballos conducidos a gran velocidad por jinetes que desoyeron la advertencia sobre la inconveniencia y el peligro de su presencia en el lugar, evidenciando una vez más la necesaria presencia de empleados municipales que efectúen el imprescindible control del lugar.

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