Concierto en homenaje a Enrique Cadícamo
La Orquesta Sinfónica Municipal de General Rodríguez, que dirige el maestro Santiago Mastronardi, se presentó el jueves 18 de julio por la noche en el Museo Bernardo de Irigoyen, en un concierto denominado Patrio, integrado por obras de autores nacionales, en un evento que seguramente será replicado en la primavera. El organismo municipal, que reúne jóvenes talentos intérpretes de sus instrumentos que surgieron en orquestas infantiles y juveniles de la zona, alternando con músicos más grandes que son profesionales, presentó en esta oportunidad la participación de dos músicos invitados: el bandoneonista platense Carlos Rulfi, del que se interpretó una obra, y el guitarrista rodriguense Joaquín Fernández Armada. De Alberto Ginastera se interpretaron dos danzas de su “Suite Estancia”; del santafecino Ariel Ramírez la popular “Juana Azurduy”; del maestro Atahualpa Yupanqui “Piedra y Camino”; de Aldo Ortiz, joven violinista y prometedor integrante de la misma Orquesta estrenaron una obra de su autoría, “Chakrarera”, que compuso en homenaje al rosarino Jorge Fandermole; del maestro Rulfi una milonga, que según él explicara, integra una obra de gran aliento que aspira a estrenar pronto con una orquesta alemana; y cerrando la noche, las dos obras del gran Astor Piazzolla “Oblivion” y “Adiós Nonino”, ya como bis. Fue curioso que se mencionara en la presentación del evento, así como figuraba en el programa, que era un concierto en homenaje a Enrique Cadícamo, del que el pasado lunes 15 se cumplió un nuevo aniversario de su natalicio, y que en el concierto no se interpretara ninguna obra de su autoría. Cadícamo, nacido en 1900 en el casco de una estancia rodriguense donde su padre se desempeñaba como mayordomo, y que fuera anotado en el Registro Civil lujanense por lo que en la ciudad de la Basílica lo consideran nacido allí, es uno de los más grandes poetas del tango junto a otro enorme autor como Homero Manzi. Esto que estamos contando podemos afirmar que es real, ya que el propio Cadícamo nos lo contó cuando estuvo avanzados los años 90 en General Rodríguez para recibir un reconocimiento por parte del entonces intendente Oscar Di Landro, ya que tuvimos la posibilidad de charlar brevemente con él y con sus familiares presentes en la ocasión. Conservamos un cordial recuerdo de ese encuentro y admitimos sentir orgullo que señalara en esa charla, ante nuestra consulta, que era rodriguense de nacimiento, descartando que cualquier otra ciudad se pudiera adjudicar que hubiera nacido allí.