Llegaron vascos de visita
El pasado viernes 30 de septiembre, el Centro Vasco Eusko Aterpea de nuestra ciudad recibió la visita de un grupo llegado desde Iparralde, la zona francesa del País Vasco, integrado por Jean Philippe Viel, Ellande Ithurbide, Mattin Errekart, Battitt Daguerre y Aitzol Salaberria Goñi, así como también la sorpresiva llegada de Joseba Etxarri, de Donostia, San Sebastián, responsable de euskakultura.com, el reconocido portal informativo que refleja con asombrosa minuciosidad la intensa actividad de la diáspora vasca por el mundo. El grupo llegado desde suelo vasco francés, viajó para presentar el proyecto que Salaberria Goñi impulsa con su grupo de compañeros y colaboradores buscando transmitir la cultura vasca y en este caso lo hace a través de una de sus leyendas más preciadas seguramente como es la del Olentzero, un simpático carbonero que ocupa un importante y protagónico lugar en la mitología vasca, que no es otro que el de Papá Noel a la usanza de esa tan rica cultura, según pueden demostrar las añejas tradiciones de aquellas tierras, que relata que el Olentzero “baja de los montes vascos, para anunciar el retorno de la luz, representando el solsticio de invierno, siendo sinónimo de vida”. Los visitantes realizan con ese motivo, una pequeña gira por algunos centros vascos de distintas ciudades argentinas, de los cuales el rodriguense es uno de los privilegiados que los han recibido, más allá que también iban a participar del tradicional evento anual de la comunidad vasca en nuestro país, como es la Semana Nacional Vasca, que en este caso se realiza en la ciudad pampeana de Macachín, entre el 3 y el 10 de este mes de octubre. El tema del Olentzero motiva además la realización de un documental que refleja el recorrido que el grupo realiza para difundir su leyenda, que representa fielmente la mitología que quieren mantener viva en la memoria de los vascos de todo el mundo. El encuentro, que se había iniciado temprano en la tarde visitando el pequeño roble vasco plantado en la céntrica Plaza Martín Rodríguez, terminó, como no podía ser de otra manera, con un cordial agasajo a los simpáticos visitantes, con un sabroso asado bien regado con buen vino y cantando canciones vascas y bailando danzas vascas y folklore criollo. Confraternidad en estado puro. Como les señalara Raúl Taretto, presidente del Centro Vasco Eusko Aterpea al grupo llegado desde el País Vasco, «no vivimos en Euskal Herría, pero Euskal Herría vive en nosotros».