Una conducta equivocada
Regresando a mi casa, mientras me trasladaba en bicicleta, pude ver a una señora que estaba por ingresar en la que seguramente era su vivienda, en una esquina del lado sur de la ciudad, como pateó una botella de agua mineral vacía, que se encontraba en el frente de su casa hacia la calle. Esta persona buscó sacarse la responsabilidad de disponer de la basura que ocasionalmente encontró en la puerta de su domicilio, pateándola a la calle, dejándole esa responsabilidad a otra persona. Y eso que circunstancialmente tuve la oportunidad de ver, es seguramente uno más entre miles de casos similares, de gente que dispone de esa manera de la basura que encuentra ocasionalmente en la vía pública, sin reparar que sería mucho más sencillo y estaría haciendo seguramente un pequeño aporte a la comunidad, si en lugar de patearla hacia la calle, la levantara y dispusiera de ella, para depositarla junto a la basura que esa noche sacaría a la calle embolsada para que efectivamente no ocupe un lugar equivocado en la vía pública, como si esta fuera algo de lo que esa persona puede desentenderse como si nada tuviera que ver con ella. Lo que esta persona hizo y seguramente hace habitualmente, es conducirse erróneamente, naturalizando una conducta incorrecta para con la comunidad de la que forma parte.