El tren fantasma
En el marco de la actual situación de emergencia sanitaria de incierto futuro inmediato, trascendió una información preocupante con respecto a la circulación del ya por demás precario servicio que presta la Línea Sarmiento, en particular en su trayecto entre Moreno y Luján-Mercedes. Cuando desde las autoridades, tanto políticas como sanitarias, se insiste en la lógica prédica de evitar por todos los medios las aglomeraciones y las concentraciones de personas, en la imperiosa necesidad de asegurar la mayor prevención ante posibles contagios, se conoció la situación planteada en distintas oportunidades, con trenes que saliendo desde la estación Moreno en dirección a Luján-Mercedes, el o la guarda indica al pasaje, que deben dejar el primer vagón vacío, y dirigirse a los restantes dos vagones, con los que cuentan las formaciones en este servicio con frecuencias escasas, cancelación habitual de servicios y/o frecuentes desperfectos técnicos que impiden el cumplimiento de los horarios previstos. ¿Cuál es el motivo esgrimido para impedir el uso de uno de los vagones? Ninguna explicación se brindó, y esto fue incluso respaldado por el oficial policial presente, que acompaña la formación. Esta misma situación ya se reiteró en distintas ocasiones, y consultada una fuente gremial nos refería que suelen darse casos de guardas que toman esa determinación en forma unilateral, sin responder a ninguna directiva ni de parte de la empresa, ni del gremio que los agrupa. Cabe entonces preguntarse que control se lleva a cabo como para que este tipo de situaciones se reiteren, poniendo en serio riesgo la situación sanitaria de los pasajeros que utilizan el servicio y se ven obligados de ese modo a viajar limitados en el espacio disponible, cuando hay posibilidad de hacerlo con la comodidad requerida, para que el distanciamiento sea el más adecuado a la compleja situación imperante.